Helena Mullenbach

Activista ambiental en transiciones justas y energías renovables en el Caribe y la Amazonía colombiana.

Trayectoria y experiencia

Desde sus años universitarios, Helena encontró en el activismo ambiental una causa que marcaría su camino. Fue en 2019 cuando comenzó a involucrarse de manera más profunda en espacios organizativos, impulsado por la dura realidad del calentamiento global y el poco tiempo que queda para reparar los daños que han dejado las industrias extractivas en el planeta.

Uno de sus proyectos más importantes fue la creación del colectivo Resist Glencore, una organización desde la cual se impulsó un proceso de incidencia en Europa junto a líderes del pueblo indígena Yukpa. En este espacio, autoridades como Esneida Saavedra y Luis Uribe recorrieron cinco países europeos llevando sus denuncias sobre los impactos de la minería en sus territorios. Un momento clave fue su presencia en la Asamblea de Inversionistas de Glencore-Prodeco, donde sus voces resonaron para evidenciar las consecuencias de la extracción de carbón. El proceso fue autogestionado, con apoyo de organizaciones civiles, y logró tejer puentes entre la resistencia indígena en Colombia y los espacios de toma de decisión en Europa.

Actualmente, su trabajo ha evolucionado hacia la transición energética, con una mirada que va más allá de la resistencia al extractivismo de carbón y combustibles fósiles. Ahora, se enfoca en la construcción de soluciones concretas para un futuro más sostenible. Uno de los proyectos más emocionantes es el Festival de Transiciones Justas y Populares en el Caribe, previsto para julio, que busca generar un espacio de encuentro cultural y organizativo con comunidades del Cesar, Magdalena y La Guajira. La iniciativa pretende construir, desde las bases, visiones colectivas sobre un mundo en transición, donde se exploren alternativas económicas más allá de la minería, apostando por el retorno al campo y nuevas formas de sustento.

Asimismo, ha trabajado en la Amazonía colombiana con la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) en proyectos de transición fluvial. En esta región, la movilidad depende en gran medida del diésel, una fuente de energía que ha generado grandes daños en las comunidades y ecosistemas. La apuesta es desarrollar nuevas formas de transporte con energías renovables, como la solar, para reemplazar el diésel en las canoas y mejorar la vida de las comunidades ribereñas.

Desde el activismo estudiantil hasta la construcción de alternativas en los territorios, su camino refleja una convicción profunda: la transición energética y la justicia climática solo serán posibles si se construyen desde la organización colectiva y la conexión con las comunidades.

Motivación para dedicarse a la justicia climática y las transiciones justas

La movilización social fue clave en su despertar. Durante el 2019 estando en Londres, vivió de cerca un período de intensas protestas climáticas, donde las calles se llenaban de manifestantes con demandas claras: frenar el extractivismo. Ver esa fuerza colectiva, la organización y la capacidad de incidencia lo lleva a convencerse de que el cambio era posible cuando las personas se unían y alzaban la voz por la justicia climática. Pero más allá de Europa, el vínculo con América Latina y, en particular, con los liderazgos territoriales en Colombia, fue determinante. Comprender la conexión entre las industrias del Norte Global y las luchas de resistencia en el Sur la llevó a preguntarse cómo la sociedad civil también podía asumir una responsabilidad activa en la defensa de los territorios. No se trataba solo de los líderes y lideresas que enfrentaban estas luchas día a día, sino de un esfuerzo colectivo para transformar la realidad.

Hablemos del HUB Ambiental del Caribe

“antes que nada también felicitarles por esta gran iniciativa del Hub Ambiental, me parece súper importante, súper emocionante. Los logros que se pueden crear pues yo creo que de por sí, pensando dentro de la labor de la organización de las campañas, este se vuelve un insumo súper clave, superimportante para retroalimentar y sustentar estas campañas. Y estas organizaciones que estamos, pues visionando con datos. Esa oportunidad de que todas estas campañas hacia cierres mineros justos, hacia transiciones justas estén sustentadas con datos, precisos, científicos, se vuelve súper importante para darles legitimidad y sustento a las campañas, ya sea nacional, regional e internacionalmente”

Helena destacó también la sinergia que puede generarse entre el trabajo investigativo del Hub y las acciones organizativas en los territorios. Según explicó, el acceso a información rigurosa no solo amplifica las exigencias y demandas de las comunidades, sino que también fortalece su capacidad de incidencia. En ese sentido, considera que si se logra una coordinación efectiva, el Hub Ambiental del Caribe podría convertirse en una poderosa herramienta de transformación.

Otro punto clave que resaltó fue la necesidad de ampliar el alcance de esta iniciativa a nivel internacional. En su experiencia, muchas de las campañas de resistencia en Colombia están conectadas con luchas globales contra empresas extractivistas como Prodeco y Glencore. Por ello, cree que la información generada en los territorios más impactados puede ser de gran valor para fortalecer estas campañas a nivel mundial. La clave, según señaló, es traducir y compartir este conocimiento, permitiendo que los datos sirvan como insumo en la lucha por la justicia climática en diferentes contextos.

Finalmente, enfatizó la importancia de garantizar un acceso amplio y democrático a la información que produce el Hub. Desde su visión, es fundamental que activistas, organizaciones, comunidades y la sociedad civil en general puedan beneficiarse de estos datos, integrándose en sus estrategias y acciones. Para ella, lograr que este conocimiento sea accesible y utilizable en los diversos caminos de los procesos sociales es esencial para construir una transición energética realmente justa.

Reiteró su agradecimiento por este trabajo y por la gran apuesta que representa el Hub Ambiental del Caribe, confiando en que se convierta en un espacio de construcción colectiva que beneficie a todos los actores involucrados en la defensa del territorio y el medioambiente.

Cuidar la Tierra es cuidarnos

Para ella, hay una certeza innegable: "nosotros no podemos esperar que nadie nos venga a salvar". La crisis climática avanza rápidamente y las respuestas de los líderes globales han sido insuficientes. Año tras año, las cumbres internacionales no han logrado transformaciones significativas, lo que refuerza su convicción de que el verdadero cambio nace desde las personas y los movimientos sociales.

Desde su perspectiva, esto solo refuerza una idea fundamental: "todas y todos somos agentes de cambio y tenemos la potencialidad transformadora para proteger nuestros propios futuros". Cree firmemente en la importancia de la organización colectiva y en la esperanza como motor de lucha. Para ella, el vínculo entre humanidad y naturaleza es inseparable: "La Tierra es lo que nos da todo, literalmente, y entre más volvamos al origen, más nos damos cuenta de que no solo la protegemos a ella, sino que nos protegemos a nosotros mismos y a otros seres vivos".

Su compromiso con la justicia ambiental no se limita a una sola causa, sino que entiende que esta lucha está entrelazada con la justicia social y los derechos humanos. Considera fundamental tejer conexiones entre distintos sectores de la sociedad, desde estudiantes hasta trabajadores, activistas y comunidades indígenas. Para ella, la resistencia de los pueblos originarios y afrocampesinos es un ejemplo de cuidado y defensa del territorio. "Las comunidades indígenas y afrocampesinas han cuidado la Tierra milenariamente. ¿Cómo podemos aprender de ellas y continuar desde nuestros propios roles aportando a su defensa?", se pregunta.

Su visión es clara: el cambio climático no espera, y la acción colectiva es la única vía para construir futuros más justos y sostenibles.

Un mensaje de unión

“Entre más nos unamos. Más seguro está de que vamos a ganar de que el poder de la gente siempre va a ser más poderoso que el poder, por ejemplo, de las multinacionales y de los intereses del capital y que el trabajo comunitario siempre ha sido y será el sustento principal hacia la justicia planetaria. ya que estas comunidades, pues históricamente han sido las que lideran la lucha por el cuidado de la tierra, de la vida y que seguiremos caminando con ellas hasta lograr la dignidad y la liberación de la tierra. Siento que soy un poco hippie, pero ese sería mi mensaje”